El informador se declara en huelga de hambre y asegura que es víctima de una maniobra de las autoridades marroquíes, que en 2005 le prohibieron ejercer el periodismo durante diez años, para que, pasado el veto, no pueda reabrir sus antiguas publicaciones
El periodista marroquí Ali Lmrabet se ha declarado en huelga de hambre y ha iniciado un plante diaria ante la sede de la ONU en Ginebra (Suiza) para exigir que se le permita ejercer el periodismo en su país. Con esta acción, que inició el pasado 24 de junio, Lmrabet reclama al régimen marroquí que tramite sus documentos de identidad para poder relanzar a Marruecos sus proyectos periodísticos que fueron prohibidos y clausurados en 2003. Según explicó el propio periodista en un comunicado, "después de más de dos meses de infructuosos intentos de renovar en mi ciudad natal, Tetuán, mi DNI (mi documento nacional de identidad electrónico y mi pasaporte biométrico) la obstinada negativa del gobierno marroquí a responder a mis peticiones, ha hecho que, arbitrariamente, desde el 25 de junio, sea un sin papeles en mi propio país ". Según aclara, el Gobierno de Marruecos ha aducido defectos en su declaración de residencia como argumento para no tramitarle los documentos.
En 2003 Ali Lmrabet ya mantuvo una huelga de hambre de 50 días para protestar por su condena a cuatro años de prisión (después reducidos a tres) por "ultraje al rey" Mohamed VI, ofensa al régimen monárquico ya la integridad territorial de Marruecos. El motivo que provocó su procesamiento fue un fotomontaje satírico sobre la boda del monarca alauí, y haber difundido datos sobre el presupuesto de la familia real marroquí. La condena también provocó el cierre de las publicaciones Demain Magazine y Duman (uno en francés y otro en árabe), que dirigía Lmrabet. Finalmente, el rey lo terminó indultando en 2004 después de una campaña internacional por la liberación del periodista.En 2003 Ali Lmrabet ya mantuvo una huelga de hambre de 50 días para protestar por su condena a cuatro años de prisión (después reducidos a tres) por "ultraje al rey" Mohamed VI, ofensa al régimen monárquico ya la integridad territorial de Marruecos
En abril de 2005, las autoridades de su país prohibió a Ali Lmrabet ejercer el periodismo en el territorio marroquí durante diez años; este veto expiró el pasado mes de mayo, momento en el que Lmrabet se presentó en su localidad natal, Tetuán, con el objetivo de renovar sus documentos y relanzar los semanarios clausurados va doce años. Las autoridades marroquíes se lo han denegado, oficialmente, por inexactitudes en su certificado de residencia. Lmrabet asegura haberse pasado dos meses removiendo cielo y tierra en un laberinto burocrático para resolver esta situación. Pero finalmente se ha rendido a la evidencia de que hay "un rechazo obstinado del gobierno marroquí" que quiere evitar a toda costa que vuelva a ejercer la actividad periodística en el país.
Lmrabet aclara que no piensa pedir asilo político en Suiza, y que el motivo de llevar a cabo la acción en esta ciudad es porque "la ONU, la institución que representa el último bastión para defender el ciudadano contra excesos arbitrarios de su gobierno ". "Mi objetivo es exigir ante la sede de la ONU, como un ciudadano más, los documentos de identidad marroquíes necesarios para reabrir mis revistas satíricas, y con ello denunciar el autoritarismo que nos gobierna y que ha hecho mi país una propiedad privada en la que sus habitantes pertenecen en cuerpo y alma a un dueño autoproclamado ", dijo. Desde el pasado día 25 en la plaza de las Naciones de Ginebra, y por las noches se aloja en la Maison des Associations, que ha decidido acogerlo y apoyarlo.
El periodista marroquí Ali Lmrabet se ha declarado en huelga de hambre y ha iniciado un plante diaria ante la sede de la ONU en Ginebra (Suiza) para exigir que se le permita ejercer el periodismo en su país. Con esta acción, que inició el pasado 24 de junio, Lmrabet reclama al régimen marroquí que tramite sus documentos de identidad para poder relanzar a Marruecos sus proyectos periodísticos que fueron prohibidos y clausurados en 2003. Según explicó el propio periodista en un comunicado, "después de más de dos meses de infructuosos intentos de renovar en mi ciudad natal, Tetuán, mi DNI (mi documento nacional de identidad electrónico y mi pasaporte biométrico) la obstinada negativa del gobierno marroquí a responder a mis peticiones, ha hecho que, arbitrariamente, desde el 25 de junio, sea un sin papeles en mi propio país ". Según aclara, el Gobierno de Marruecos ha aducido defectos en su declaración de residencia como argumento para no tramitarle los documentos.
En 2003 Ali Lmrabet ya mantuvo una huelga de hambre de 50 días para protestar por su condena a cuatro años de prisión (después reducidos a tres) por "ultraje al rey" Mohamed VI, ofensa al régimen monárquico ya la integridad territorial de Marruecos. El motivo que provocó su procesamiento fue un fotomontaje satírico sobre la boda del monarca alauí, y haber difundido datos sobre el presupuesto de la familia real marroquí. La condena también provocó el cierre de las publicaciones Demain Magazine y Duman (uno en francés y otro en árabe), que dirigía Lmrabet. Finalmente, el rey lo terminó indultando en 2004 después de una campaña internacional por la liberación del periodista.En 2003 Ali Lmrabet ya mantuvo una huelga de hambre de 50 días para protestar por su condena a cuatro años de prisión (después reducidos a tres) por "ultraje al rey" Mohamed VI, ofensa al régimen monárquico ya la integridad territorial de Marruecos
En abril de 2005, las autoridades de su país prohibió a Ali Lmrabet ejercer el periodismo en el territorio marroquí durante diez años; este veto expiró el pasado mes de mayo, momento en el que Lmrabet se presentó en su localidad natal, Tetuán, con el objetivo de renovar sus documentos y relanzar los semanarios clausurados va doce años. Las autoridades marroquíes se lo han denegado, oficialmente, por inexactitudes en su certificado de residencia. Lmrabet asegura haberse pasado dos meses removiendo cielo y tierra en un laberinto burocrático para resolver esta situación. Pero finalmente se ha rendido a la evidencia de que hay "un rechazo obstinado del gobierno marroquí" que quiere evitar a toda costa que vuelva a ejercer la actividad periodística en el país.
Lmrabet aclara que no piensa pedir asilo político en Suiza, y que el motivo de llevar a cabo la acción en esta ciudad es porque "la ONU, la institución que representa el último bastión para defender el ciudadano contra excesos arbitrarios de su gobierno ". "Mi objetivo es exigir ante la sede de la ONU, como un ciudadano más, los documentos de identidad marroquíes necesarios para reabrir mis revistas satíricas, y con ello denunciar el autoritarismo que nos gobierna y que ha hecho mi país una propiedad privada en la que sus habitantes pertenecen en cuerpo y alma a un dueño autoproclamado ", dijo. Desde el pasado día 25 en la plaza de las Naciones de Ginebra, y por las noches se aloja en la Maison des Associations, que ha decidido acogerlo y apoyarlo.
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